miércoles, 17 de octubre de 2012

Chito

Por Ronald Álex Gamarra Herrera.

Alejandro Cussianovich "Chito"
Hay un hombre que a lo largo de las muchas décadas de su vida, ha permanecido leal a sus convicciones y a una profunda vocación de servicio a los que nada tienen, con la idea de contribuir a una sociedad mejor. Un utópico, se diría en el mundo pragmático y oportunista de hoy. Un excéntrico, dirían los que miden el valor de una vida por el éxito y el poder obtenidos. Un loquito, dirían al saber que no acumuló riqueza ni comodidad personal.

Ese hombre cargado de años ha conservado el espíritu “joven para siempre”, como quería Bob Dylan en una canción memorable. No lo han abandonado la ilusión ni el optimismo, ni el ímpetu, ni la tenacidad. A una edad en la que uno espera merecer deferencia y elogios por el camino recorrido, él sigue buscando desafíos, proyectos, tareas. En su caso, la madurez tiene el impulso de un eterno adolescente.

martes, 16 de octubre de 2012

Concilio Vaticano II (1962-1965): una valoración protestante


Por Carmelo Álvarez


A la memoria de José Míguez Bonino, por su discernimiento y sabiduría.
Hoy se cumplen 50 años del inicio del llamado Concilio Ecuménico Vaticano II. La visión del Papa Juan XXIII y su insistencia en llevarlo a cabo tuvo un impacto histórico que todavía nos desafía. La sabiduría de proponer un “aggiornamento”, la puesta al día de la iglesia con los tiempos cruciales y llenos de interrogantes del siglo XX fue un gran acierto.
Me gustaría comentar brevemente en este escrito cuatro dimensiones sobre el impacto de este gran evento ecuménico en Latinoamérica y el Caribe: el contexto histórico de aquella década tan convulsionada y agitada, el impacto bíblico-teológico de este Concilio Ecuménico en la teología latinoamericana de la liberación y en todo el cristianismo, el impacto en movimientos ecuménicos de inspiración protestante y la fundación de dos entidades muy prominentes en el escenario eclesiológico latinoamericano y caribeño:  la fundación de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias.

viernes, 12 de octubre de 2012

Entrevista a Plutarco Bonilla

Las entrevistas de Víctor Rey.
Plutarco Bonilla
Plutarco Bonilla nació en Las Palmas de Gran Canaria (España). Realizó sus estudios en el Seminario Bíblico Latinoamericano (Costa Rica), en la Universidad de Costa Rica, en Princeton Theological Seminary. También realizó estudios de posgrado en Universidad de Atenas y en la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido un dilatado trabajo docente y de dirección en la Escuela de Preparación de Obreros Metodistas, en el Seminario Bíblico Latinoamericano y en la Escuela de Estudios Generales y en la Escuela de Filosofía: Universidad de Costa Rica. Es miembro de la Iglesia Evangélica Metodista de Costa Rica.

 ¿Nos podría contar algo acerca de su vida?

Cuando nací mi padre no era evangélico, pero se convirtió cuando yo era un niño muy pequeño. Entonces puedo decir que me crié en las bancas de la iglesia.  Una iglesia independiente en las Islas Canarias. Exactamente en la Isla de Gran Canaria.  Y la iglesia a la que yo pertenecía, era la de  Los hermanos, conocidos como Hermanos de Plymouth, unos ingleses llegaban a trabajar a las Islas Canarias, que ha sido siempre un puerto importante. Ellos comenzaron allí una obra que fue creciendo y multiplicándose hasta hoy. La iglesia nunca se identificó como Iglesia de Los hermanos. Simplemente se estableció la iglesia y todos éramos hermanos. Luego recibieron misioneros de otras corrientes evangélicas y ahora es una iglesia independiente, miembro de la Federación de Iglesias Independientes de España,  la llamada  Fieide. Yo me convertí siendo muy joven y me eduqué en la iglesia. De hecho, uno de los recuerdos más lejanos que tengo es él quedarme dormido en las faldas de mi madre en los cultos de oración de la iglesia.

La condición religiosa de Miguel de Unamuno

Por  Máximo García Ruiz

Miguel de Unamuno 1925Como lector devoto de Unamuno, afición que se remonta a mis años de adolescencia, subyugado especialmente por su San Manuel Bueno, mártir y Vida de don Quijote y Sancho, por mencionar las dos obras que mayor impacto me produjeron y sobre las que he vuelto y vuelvo con cierta frecuencia, no dejan de extrañarme ciertas afirmaciones que aun en nuestros días continúan vertiéndose acerca de la condición religiosa del escritor y filósofo español, tanto si se planeta desde una perspectiva católica como protestante.
Yo mismo he dejado dicho y escrito en alguna conferencia y publicación lo siguiente: “Su aproximación [la de Unamuno] al  protestantismo fue intensa y agitada, si se quiere muy próxima a lo que podríamos considerar como una conversión. Es de suponer que de haber vivido en otro contexto en el que ser protestante no hubiera supuesto un estigma tan lacerante, habría habido muchas posibilidades de que Unamuno terminara formalmente identificado con alguna de las iglesias protestantes”. Sin desdecirme en absoluto de lo dicho, sí debo matizar, como veremos más adelante, que la inestabilidad religiosa y emocional de Miguel de Unamuno difícilmente le hubiera permitido identificarse con la eclesiología protestante, aunque sí tal vez con una buena parte de su teología, como sin duda alguna ocurrió, si hacemos caso de sus propias manifestaciones.
Es evidente que Unamuno no solamente conocía extensamente el pensamiento teológico protestante más avanzado de la época, sino que era un asiduo lector y exegeta de los Evangelios. Lo que resulta más dudoso, siguiendo su obra, es que fuera un hombre de fe, tal y como esta idea pudiera ser definida desde la práctica eclesial de la Reforma; es decir, una fe serena, confiada.

Venezuela consolida su democracia

Ha culminado un proceso electoral presidencial en Venezuela, en un ambiente de concordia y paz. Ello es de por sí altamente positivo. En los últimos meses hubo una materia de opinión mediática internacional que promovió la idea de un desenlace violento de confrontación entre la oposición liderada por el candidato presidencial Henrique Capriles Radonski y el actual presidente Hugo Chávez Frías. Afortunadamente el pueblo venezolano demostró no sólo una gran madurez política, sino una compostura cívica digna de ser emulada por otras naciones.
Al que esto escribe le correspondió actuar como Observador Electoral Internacional, desplegado aquí en Maracaibo, Venezuela. Mi experiencia personal y el envolvimiento como observador incluyó la supervisión de mesas electorales, las conversaciones informales con las y los votantes en las colas de votación y aguardar los resultados de la votación.
La supervisión en la escuela Negra Hipólita aquí en la Parroquia Domitila Flores se inició muy temprano en la mañana. Fui recibido por la presidenta de dicho centro de votación quien luego de revisar mis credenciales me dio una cordial bienvenida. Pude observar cada detalle del proceso de votación propiamente. Cada votante aguarda su turno con cédula de identidad en mano. Procede inicialmente a corroborar con la “capta huellas”, dispositivo que certifica y comprueba la huella dactilar.  Una vez autorizado el elector o electora procede a la computadora que contiene las fotos de los candidatos y candidatas. Al oprimir su preferencia el votante observa la imagen de su escogencia en la pantalla, y procede a votar. La máquina de votación imprime un recibo de votación en que el o la votante verifica que ha votado. Entonces, se procede a depositar el recibo en la urna. Finalmente, se firma junto con la huella dactilar y el número de cédula la verificación de que se ha votado, procediendo a impregnar el dedo pulgar con tinta indeleble. El proceso es transparente y rápido, y sumamente confiable.